26/07/2015

El reto de convertir Sagunto en una “ciudad 30″

La ciudad es un espacio complejo. Es mucho más que una suma de vías para uso preeminente de los coches. Debe constituir un espacio de convivencia entre los ciudadanos, independientemente de que sean peatones, ciclistas o vayan en transporte público, en moto o en coche.
Por eso, para empezar, los conductores deberían asumir que el límite máximo de velocidad de 50 km/h es excepcional, para grandes avenidas o para las salidas del núcleo urbano, y no la regla general, pues la velocidad de 50 km/h resulta incompatible con muchas de las actividades que se desarrollan en la ciudad, como ir en bici, pasear o ir de compras.
De hecho, las velocidades altas obligan a centrar la atención en el horizonte, descuidando lo que ocurre en los laterales de la calle. Así, para los conductores que circulan demasiado rápido los peatones y los ciclistas se convierten en meros obstáculos que aparecen inesperadamente y que hay que esquivar. Al limitar la velocidad de los vehículos a 30 km/h en la ciudad no solo se incrementa la seguridad vial, sino que también disminuye la contaminación acústica y atmosférica, por lo que mejora la calidad de vida, se fomenta el comercio y aumenta la convivencia y la interrelación de conductores, ciclistas y peatones.
Características de las “ciudades 30”
La “ciudad 30” se basa en:
– Vías que soportan un tráfico intenso, en las que la velocidad máxima es de 50 km/h. En ellas, la vida local representa una parte pequeña en comparación con la circulación de vehículos.
– “Zonas 30”, en las que la vida local y la circulación comparten protagonismo.
– Áreas que han sido configuradas como “zonas de convivencia” (en el centro de la ciudad, junto a escuelas o a estaciones de tren o en zonas residenciales), en las que la velocidad máxima es de 20 km/h y la vida local prevalece sobre la circulación.
– Zonas peatonales, en las que la circulación de vehículos es meramente testimonial.
El origen de las “ciudades 30”
Muchas de las primeras “zonas 30” se habilitaron junto a las escuelas, como consecuencia de reivindicaciones de los padres, que reclamaban mayor seguridad para sus hijos en los trayectos, o a propuesta de los responsables municipales. Sin embargo, cada vez son más los vecinos que defienden las “zonas 30” para reducir la contaminación atmosférica y acústica junto a sus viviendas.
Varias ciudades francesas crearon “zonas 30” en alguno de sus barrios durante los años 80. Dando un paso más allá en esta materia, la población austríaca deGraz fue la primera en aplicar, ya en 1992, el concepto de “ciudad 30”. En este mismo sentido, en el año 2005 Fontenay aux Roses se autodefinió como primera “ciudad 30” de Francia. El número de municipios franceses que desde entonces se han incorporado a la lista de “ciudades 30” es muy amplio. ParísToulouse oEstrasburgo podrían sumarse a ella próximamente.
Las “ciudades 30” surgieron a raíz del llamado “código de la calle”. Este da un papel prioritario a los peatones, establece el principio de prudencia (en base al cual los más fuertes deben respetar a los más débiles) y promueve la generalización de las vías de doble sentido para los ciclistas y la creación de unárea de reunión en el que la velocidad está limitada a 20 km/h.
Además, diferentes asociaciones francesas y belgas han llevado a cabo acciones reivindicativas y de concienciación para promover la creación de “ciudades 30”. Así, por ejemplo, en Francia se ha elaborado elmanifiesto “Ciudades 30”, los primeros firmantes del cual fueron, entre otros, la Federación de Usuarios de la Bicicleta (que integra a 174 asociaciones de ciclistas urbanos) y el Club de Ciudades y Territorios Ciclables. Posteriormente, se sumaron a esta iniciativa la Federación Nacional de Asociaciones de Usuarios del Transporte y la entidad Derechos del Peatón.
Por otro lado, el modelo “30/50”, que corresponde a las ciudades en las que predominan las zonas cuya velocidad máxima es de 30 km/h, aunque en las principales avenidas se permite circular a 50 km/h, fue presentado por el Consejo Suizo de Prevención de Accidentes en el año 2002.
30 km/h vs. 50 km/h
Según datos recogidos en Francia, la velocidad media de los vehículos en una ciudad en la que la velocidad máxima es de 50 km/h no alcanza los 19 km/h, mientras que si el límite máximo estuviera en 30 km/h, la velocidad media sería de 17’3 km/h. Y eso porque cuando la velocidad máxima es de50 km/h, solo excepcionalmente se alcanza esta velocidad por los atascos, las maniobras para aparcar, los semáforos, los desvíos, las obras…
En cambio, cuando el límite está en 30 km/h, la circulación resulta más uniforme y se alcanza la velocidad máxima durante más tiempo, compensando así en buena parte el hecho de que el límite de velocidad sea inferior. En definitiva, pues, una disminución del 40% en el límite máximo de velocidad en la ciudad apenas supone una reducción del 10% de la velocidad media y un aumento del 10% en el tiempo de viaje.
En cuanto a la distancia de frenado, un conductor que circule a 30 km/h debe dejar 13 m de separación para evitar una colisión, mientras que a 50 km/h habrá recorrido 14 m antes de que su vehículo comience a pararse. Concretamente, cuando se circula a 30 km/h se recorren 8 m hasta que se reacciona y 5 m más hasta que se frena, mientras que a 50 km/h se tarda 14 m en reaccionar y 12 m más en frenar. Es decir, en total, 26 m.
Hay que tener en cuenta, asimismo, que existe una importante relación entre la velocidad a la que se circula y la gravedad del choque. Así, según datos de la Oficina Suiza para la Prevención de Accidentes, elriesgo de que un peatón o un ciclista muera si colisiona con un vehículo que circula a 50 km/h es nueve veces superior al que existiría si este circulara a 30 km/h. ¡Nueve veces!
El camino hacia la “ciudad 30”
Para avanzar en la creación de “zonas 30” y, así, alcanzar algún día la “ciudad 30” existen diferentesactuaciones posibles: reducir el número de carriles por cada sentido de circulación o estrechar los existentes (por ejemplo, ampliando las aceras, creando carriles bici o habilitando zonas de aparcamiento), romper la linealidad, construir rotondas o instalar elementos que obliguen a disminuir la velocidad, como el cojín berlinés, las bandas rugosas, el paso de peatones con resalte o el lomo de asno. Muchas de estas actuaciones tienen un coste muy bajo.
Asimismo, convendría promover una ciudad densa, en la que las necesidades básicas de los ciudadanos quedaran cubiertas sin recurrir al coche, de manera que podrían aumentar los espacios públicos y los desplazamientos a pie y en bicicleta.
Como os explicaremos pronto, Barcelona ha hecho importantes avances durante los últimos años para pacificar el tráfico, creando, por ejemplo, numerosas “zonas 30″. Será, sin embargo, una cuestión de voluntad política que algún día se convierta (o no) en una “ciudad 30″.

23/07/2015

LA DGT DEFIENDE CIUDADES CON 30 KM/H EN LAS QUE SE CAMINE MÁS

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha animado recientemente a que se retome el caminar y a extender la reducción de la velocidad máxima permitida para que el mayor número de calles posible tengan una limitación de 30 km/h como claves para lograr una movilidad urbana segura.
La directora general de Tráfico, María Seguí, ha subrayado en declaraciones a los periodistas la importancia de esta limitación de velocidad en las denominadas “calles 30″, especialmente en aquellas que solo tienen un carril en cada sentido o son vías de un único carril, ya que se trata de una medida extendida en los países que sirven de ejemplo en materia de movilidad segura.
Se trata, ha dicho, de una medida “fundamental” que además favorecería la implementación de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad sin necesidad de desarrollar infraestructuras complementarias, al tiempo que se ayuda a los peatones, que “siguen siendo los usuarios más vulnerables” en la vía pública.
Seguí, de visita en Melilla, ha confiado en que la ciudad autónoma incluya esta recomendación de la DGT acerca de la implementación de la velocidad 30 en el máximo número posible de calles, porque en resumidas cuentas, consigue “una calzada en perfectas condiciones de ser un modelo cotidiano para toda la ciudadanía”.
Pero además de esa limitación, Seguí ha destacado la necesidad de “retomar el caminar” racionalizando el número de veces que los ciudadanos utilizan el vehículo privado motorizado para desplazamientos que “a todas luces son óptimos realizados de otras maneras”.
Ha destacado asimismo la apuesta por los caminos escolares seguros que ha diseñado la Jefatura Provincial de Tráfico en Melilla, lo que ha logrado reducir notablemente los cortos desplazamientos matinales para ir al colegio, lo cual se puede hacer también caminando o en bicicleta, pero es necesario “crear un entorno seguro” reduciendo la velocidad.
En este sentido, ha explicado que Melilla es “una magnífica ciudad para ser peatón” y que reúne las condiciones “idóneas” para la utilización de la bicicleta como medio de transporte, pero tiene un parque móvil “desproporcionado” para la población residente y el territorio por el que circular.
A su juicio, esto es “fruto de un movimiento cultural en las últimas décadas y que está en plena época de cambio”, aunque ha destacado el trabajo “diligente” que está haciendo la Comisión de Seguridad Vial en Melilla para poner en marcha un Plan de Movilidad Urbana Sostenible y el trabajo colaborativo “completamente apartidista” que se está realizando.
Fuente: Agencia EFE

20/07/2015

Carril bici modelico


En la imagen, se muestra un carril bici modélico: totalmente segregado de los coches, con indicaciones horizontales y verticales, a diferente nivel de la acera para que los peatones no caminen por él, y construido sin haber quitado un centímetro de espacio a la acera: el espacio, que antes estaba destinado a ocupar la calzada con coches aparcados, ahora se dedica al medio de transporte más limpio y eficiente.

Lástima que para ver la imagen de arriba… nos tengamos que ir hasta Benicàssim. En Sagunto seguimos construyendo carriles bici en medio de la acera, quitando espacio a los peatones y zonas verdes… que además son mucho más complicados y caros de construir que este, que consiste simplemente en pintar un trozo de calzada.