09/05/2015

Prioridad de paso

La Real Academia de lengua Española determina que la prioridad es: ”Anterioridad de algo respecto de otra cosa en el tiempo o en orden”. Es decir en caso del peatón con intenciones de cruzar, y un coche que se aproxima al lugar, la prioridad dicta quién actúa primero.

El Reglamento General de Circulación dice en su artículo 65 Prioridad de paso de los conductores sobre los peatones:

1. Los conductores tienen prioridad de paso para sus vehículos, respecto de los peatones salvo en los casos siguientes:
  1. En los pasos para peatones debidamente señalizados.
  2. Cuando vayan a girar con su vehículo para entrar en otra vía y haya peatones cruzándola aunque no exista paso para estos.
  3. Cuando el vehículo cruce un arcén por el que estén circulando peatones que no dispongan de zona peatonal (artículo 23.1 del texto articulado).
Debe tenerse en cuenta que tener la prioridad de paso no nos hace inmunes a los automóviles, por lo que aunque tengamos preferencia de paso debemos apelar al sentido común y valorar si pasamos o mejor esperamos. Por otra parte si aparece un automóvil y su conductor no nos ha visto, será imposible que pare a tiempo: nosotros tenemos prioridad de paso, si, pero el conductor no puede parar a tiempo con seguridad. Sentido común y no ley.

En el caso de personas con movilidad reducida la prioridad funciona exactamente igual que para el resto de peatones. Puede parecer obvio, pero no lo es.

Una práctica que va muy bien es establecer contacto visual con el conductor del vehículo, hay que mirarle a los ojos y esperar el momento en que este pare el vehículo. Es sencillo y se puede poner en práctica fácilmente, comprobaran la gran cantidad de conductores que rehuyen la mirada. Así se hacen los despistados (y no paran). Esto es algo que debería ser penalizado, pero generalmente no se hace.

La regla, que no ley, más importante para cruzar la calle con seguridad es hacerlo si y solo si todos los vehículos (de todos los tipos, incluso las bicicletas) se han detenido ante el paso de cebra, y cruzar cuando uno lo decida, nunca porque se lo indique un conductor.

Por otra parte las personas con movilidad reducida necesitarán más tiempo para cruzar la calle: jamás han de apurar el paso porque un conductor detenido tenga prisa y utilice el claxon. Ese conductor, aparte de tener prisa es un maleducado y un desconsiderado, pero por narices debe permanecer detenido hasta que se complete la travesía.


Fuente: Circule Seguro