La Real Academia de lengua Española
determina que la prioridad es: ”Anterioridad de algo respecto de otra cosa en
el tiempo o en orden”. Es decir en caso del peatón con intenciones de cruzar, y
un coche que se aproxima al lugar, la prioridad dicta quién actúa primero.
El Reglamento General de
Circulación dice en su artículo 65 Prioridad de paso de los conductores sobre
los peatones:
1. Los conductores tienen
prioridad de paso para sus vehículos, respecto de los peatones salvo en los
casos siguientes:
- En los pasos para peatones debidamente señalizados.
- Cuando vayan a girar con su vehículo para entrar en otra vía y
haya peatones cruzándola aunque no exista paso para estos.
- Cuando el vehículo cruce un arcén por el que estén circulando peatones que no dispongan de zona peatonal (artículo 23.1 del texto
articulado).
Debe tenerse en cuenta que
tener la prioridad de paso no nos hace inmunes a los automóviles, por lo que
aunque tengamos preferencia de paso debemos apelar al sentido común y valorar
si pasamos o mejor esperamos. Por otra parte si aparece un automóvil y su
conductor no nos ha visto, será imposible que pare a tiempo: nosotros tenemos
prioridad de paso, si, pero el conductor no puede parar a tiempo con seguridad.
Sentido común y no ley.
En el caso de personas con
movilidad reducida la prioridad funciona exactamente igual que para el resto de
peatones. Puede parecer obvio, pero no lo es.
Una práctica que va muy bien
es establecer contacto visual con el conductor del vehículo, hay que mirarle a
los ojos y esperar el momento en que este pare el vehículo. Es sencillo y se puede
poner en práctica fácilmente, comprobaran la gran cantidad de conductores que rehuyen
la mirada. Así se hacen los despistados (y no paran). Esto es algo que debería
ser penalizado, pero generalmente no se hace.
La regla, que no ley, más
importante para cruzar la calle con seguridad es hacerlo si y solo si todos los
vehículos (de todos los tipos, incluso las bicicletas) se han detenido ante el
paso de cebra, y cruzar cuando uno lo decida, nunca porque se lo indique un
conductor.
Por otra parte las personas
con movilidad reducida necesitarán más tiempo para cruzar la calle: jamás han
de apurar el paso porque un conductor detenido tenga prisa y utilice el claxon.
Ese conductor, aparte de tener prisa es un maleducado y un desconsiderado, pero
por narices debe permanecer detenido hasta que se complete la travesía.
Fuente: Circule Seguro
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