19/03/2023

Modelo de aparca bicis paradigma de la inutilidad.


Los que utilizamos la bicicleta como nuestro principal medio de transporte nos desplazamos hasta un lugar determinado de una manera sencilla, pero la cosa se complica cuando se trata de disponer un lugar para aparcar la bici.

No disponemos de tantos aparca bicis como nos gustaría, en ocasiones no se sitúan en lugares accesibles a lo largo de la ciudad y cuando se trata de realizar una parada estratégica para realizar algún trámite, alguna gestión burocrática o simplemente descansar unos minutos, no siempre encontramos aparca bicis adecuados que aseguren en la mayor medida posible la bicicleta.

Si se tiene que aparcar la bici durante un largo periodo de tiempo, los aparca bicis deben proporcionar seguridad ante robos. Contando que además ya disponemos de elementos que se requieren para asegurar el cuadro de la bicicleta y ponérselo difícil al que quiera ejecutar el robo y tener una preocupación menos.

En algunos lugares, los aparca bicis disponibles únicamente aseguran una de las ruedas, usualmente la rueda delantera, y no permiten asegurar el cuadro ni la segunda rueda a lugar alguno. Además, estos aparca bicis pueden romper algún radio de la rueda, con mayor posibilidad en las bicicletas pesadas, o que las bicicletas que llevan batería en la parte central o trasera de la bicicleta y se asegura la rueda delantera. Estos aparca bicis, por su diseño, tampoco permiten utilizar todo tipo de candados.

Propongo la mejora, en general, que sean eliminados este tipo de aparcamientos y sustituirlos por U invertidas.

En las antiguas oficinas de Altos Hornos se puede encontrar un aparcamiento de este estilo. En estas oficinas, concretamente, además, debería estar alineado él aparca bicis con la pared del edificio y no junto al muro de la escalera. La razón es ver él aparca bicis desde las escaleras, cuando bajas o subes por ellas no lo ves.

 

 

13/03/2023

Accesibilidad de las personas con discapacidad auditiva


El derecho a la igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, está reconocido ampliamente por la legislación española y europea, aunque su aplicación está lejos de ser una realidad. Distinguir el sonido de un teléfono, de un portero automático, de una alarma de incendio, una alarma de gas o una alarma antirrobo parecerá fácil, pero no lo es. Saber que está sonando es importante y según que alarma vital.

En España hay más de 1 millón de personas con discapacidad auditiva reconocida oficialmente, aunque se calcula que 3 millones más tienen alguna dificultad para escuchar.  1/3 de la población mayor de 65 años tiene pérdida auditiva discapacitante, y 1 de cada 10 españoles está en riesgo de pérdida auditiva debido a los malos hábitos. Se trata de un colectivo invisible, frecuentemente olvidado en los proyectos de accesibilidad.

Que la ciudadanía con pérdida auditiva tenga una forma cómoda y segura de desplazarse es parte de los derechos que tenemos. La administración pública tienen la responsabilidad de apostar por la accesibilidad como herramienta de desarrollo humano y de innovación social, más allá del cumplimiento legislativo de la Ley 51/2003, 2 de diciembre, y R.D. 1/2013, de 29 de noviembre, que establece las medidas para garantizar y hacer efectivo el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, conforme a los artículos 9.2, 10, 14 y 49 de la Constitución.

La cuestión es que no se sabe como se alerta a las personas con discapacidad auditiva cuando se produce una alarma de incendios y hay que evacuar el edificio del ayuntamiento, un museo o una biblioteca. Tampoco tenemos atención a este sector de las personas con perdida auditiva a distancia, en tiempo real. Ni por supuesto se disponen de bucle magnético para la mejora de la comunicación en tiempo real. La accesibilidad en situaciones de riesgo incrementa la seguridad de todos.

 

 

Fuente: Estudio sobre el estado de la audición, Organización Mundial de la Salud (OMS).