24/05/2017

28 de mayo de 2017, Día de la bici 2017

Pon a punto tu bici, te esperamos en la salida. Como siempre empezamos en la Avenida Jeronim Roure a las 10 de la mañana


07/05/2017

Los resaltos auténticos problemas en nuestras calles





Los reductores de velocidad, badenes, resaltos o pasos de peaton sobreelevados, están mal diseñados, son ineficaces, ruidosos, incomodos, peligrosos, y afectan negativamente a todos los modos de transporte y particularmente perjudican gravemente a los vehículos de emergencias. Son el mayor obstáculo en la actualidad para los transportes sanitarios de emergencias, pudiendo llegar a poner en riesgo la vida del paciente transportado dependiendo de su patología. Son muy cuestionables, máxime cuando existen otras alternativas más seguras y menos dañinas para personas y vehículos. El mejor resalto, baden o paso de peatón sobreelevado es el que no existe.
El Boletín Oficial del Estado del día 29 de octubre de 2008 (núm. 261) publicó la ORDEN FOM/3053/2008, de 23 de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción Técnica para la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta en carreteras de la Red de Carreteras del Estado. Se refiere a los populares pasos de peatones elevados sobre la calzada de forma trapezoidal o de tipo circular como un lomo de asno; estos están situados a una altura “ligeramente” superior al del firme.
Esta Instrucción Técnica solo es obligatoria en las carreteras de la red estatal. Sin embargo creemos que el estudio por parte de los Servicios Técnicos de los Ayuntamientos para su aplicación de forma voluntaria en las vías públicas municipales no valoró suficientemente la cuestión de que los perjuicios de esos pasos superan a los beneficios que aportan. Es público y notorio que en la mayoría de municipios proliferó la instalación de estos elementos reductores de velocidad de los vehículos, que luego supusieron y suponen un peligro potencial y real para la circulación de los vehículos, especialmente para motocicletas, bicicletas y personas con movilidad reducida. 
Las razones del peligro que suponen de muchos de estos “reductores de velocidad” deriva de las siguientes causas:
  •          Excesiva altura del reductor.
  •          Poca longitud de rampas longitudinalmente y transversalmente.
  •          Poca longitud de la zona elevada
  •          Falta de señalización del reductor
En estos montículos en ocasiones coinciden los cuatro defectos a la vez. En mi opinión, no tenemos en Sagunto ningún reductor de velocidad que no tenga algún defecto de los indicados y por tanto de ejecución correcta.


Los reductores de velocidad instalados en el pueblo han generado problemas de congestión en las arterias principales y en los viales de más capacidad que debían permitir grandes flujos de vehículos. Han aumentando la ineficacia de la red viaria al aumentar el tiempo de desplazamiento de todos los vehículos. Están provocando tráfico de paso por lugares no previsto, ya que el usuario trata de evitarlos tomando viales paralelos que no contengan este problema. Estos resaltes producen más ruido en el entorno, en especial los vehículos grandes, autobuses o camiones y generan incomodidad para los usuarios de transporte público como autobuses o ambulancias.
No dispongo de datos sobre los accidentes de tráfico que se producen en estos reductores pero que son un peligro para bicicletas, motocicletas lo tengo claro. No obstante siempre habrá quien añada que los accidentes pueden producirse por una conducta culposa del conductor por exceso de la velocidad, pero si en el atestado policial se recoge las características del reductor de velocidad es posible que se llegue a la conclusión la consiguiente responsabilidad del Ayuntamiento y las consiguientes responsabilidades penales, patrimoniales o económicas de los técnicos municipales, arquitecto o ingenieros.En Sagunto se ha abusado de este tipo de instalaciones reductores de velocidad. No todos los casos están en la ubicación más idónea; pienso que ha habido deficiencias en los criterios y normalización de sus dimensiones. 
La finalidad los reductores de velocidad es la de mantener una velocidad de circulación reducida a lo largo de ciertos tramos de vía, pero esto no se cumple. Como mucho se puede reducir la velocidad en el punto en el que está el obstáculo y poco más, en el resto de la calle o avenida se puede circular a cualquier velocidad. Realmente no sirven para el propósito que se crearon.





Si esto fuera poco, las personas con movilidad reducida, en pasos elevados concretos, tienen tremendas dificultades para acceder y descender de ellos. En pocos reductores de velocidad se ha realizado un buen encuentro entre estos y la acera. Como resultado de estas deficiencia sucede que, si no se está atento, al intentar subir a la meseta el carro de niño o silla de ruedas estas golpean el resalte, se frenan en seco induciendo la caída del bebe o la persona que está sentada en la silla, una barbaridad. Desde la perspectiva medioambiental estas sobreelevaciones penalizan a todos los modos de transporte por igual, los que pueden superar los límites de velocidad y a los que no.
Dicho esto, la realidad es que los distintos alcaldes, por acción o por omisión, han visto en ellos la solución a los problemas de movilidad de Sagunto, cuando la realidad está siendo bien distinta, castiga a todos los modos de transporte. A otros Alcaldes los van redimiendo poco a poco las vueltas ciclistas a España o a la Comunidad, tanto da. Estas vueltas ciclistas, al ser intolerantes a estos resaltes, ejercen un poder que hace que se les eliminen estos por el itinerario previsto y así pasar con menos riesgo. No sé si se conseguirán que vuelta tras vuelta pasen por todas las calles y avenidas en las que tenemos instalados los reductores de velocidad, no confio en esto la verdad, pero espero ansioso el paso de la próxima vuelta ciclista.
Si de verdad quiere reducirse la velocidad, se dispone de un buen ejemplo este mismo año con la campaña de los radares que redujo sustancialmente la velocidad de los coches, se notó en todo el pueblo.