20/12/2020
05/12/2020
28/10/2020
Barreras invisibles, la entrada a la madriguera del conejo.
Dos conceptos
- La movilidad tiene que ver con la capacidad de desplazamiento, sin importar las características del origen o el destino.
- La accesibilidad requiere que la conexión tenga utilidad para los usuarios. Es la cualidad del medio que permite a todas las personas el uso de los espacios de forma autónoma y segura.
La podemos relacionar con los siguientes términos:
- Accesibilidad arquitectónica: referida a edificios públicos y privados.
- Accesibilidad urbanística: referida al medio urbano o físico.
- Accesibilidad en el transporte: referida a los medios de transporte públicos.
- Accesibilidad en la comunicación: referida a la información individual y colectiva.
- Accesibilidad electrónica: es la facilidad de acceso a las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y a contenidos en Internet, para cualquier persona con discapacidad, de edad avanzada o por privación circunstancial.
Las barreras físicas en los municipios se han clasificado en tres grupos:
- Barreras urbanísticas en calles y espacios públicos
- Barreras arquitectónicas en el acceso o el interior de edificios
- A estas barreras sumamos la de la comunicación
- Barreras a la movilidad en las diferentes formas de transporte por la ciudad.
20/09/2020
Movilidad sostenible y gobierno local
Una dificultad para afrontar los retos de movilidad sostenible es la existencia de barreras entre las diferentes áreas de una administración y entre diferentes administraciones. Dado que la movilidad sostenible es un asunto transversal, se requiere que todos los departamentos o áreas de los gobiernos locales incorporen los nuevos conceptos y prácticas.
Por otro lado, dada la asignación de determinadas competencias de movilidad en administraciones locales, el reto consiste en convertir la complejidad en oportunidad. Así, aunque la presencia departamentos o administraciones puede hacer que en algunos casos los procesos de intervención sean mas largos de lo esperado, pueden contribuir a su financiación y la mejora de los proyectos.
Durante estas ultimas décadas pasadas se ha visto la preocupación por el modelo de desplazamiento en las agendas políticas, al tiempo que tomaba importancia en los medios. Las áreas de gobierno donde se ha mostrado como prioridad han sido Medio Ambiente, Urbanismo o la de Mantenimiento donde parecían coincidir en desarrollar sus actividades bajo el paraguas de la movilidad sostenible.
Se han propuesto cambios en la agenda 21, en los planes de movilidad, en los planes de diseño de vías ciclables. Por otra parte, los planes urbanísticos comenzaron a preocuparse por los modos de transporte alternativos, por proponer mas espacios para peatones, ciclistas o transporte colectivo.
En los contras, lo que hemos podido apreciar son las barreras entre departamentos municipales, la falta de medios, las dificultades para la coordinación cuando la movilidad debería ser una materia transversal a todos los departamentos estimulándose desde todas las áreas. Parece que existe una deficiente o falta de sensibilidad y determinación para realizar acciones positivas en relación a la movilidad en los diferentes departamentos y deberían existir herramientas de coordinación entre ellos.
Lo que se aprecia es cómo las competencias se concretan en la Constitución Española y Ley 7/1985 Reguladoras de las bases de régimen local: en ordenación del tráfico de vehículos y personas en las vías urbanas; la ordenación, gestión, ejecución y disciplina urbanística; pavimentación de las vías públicas urbanas y conservación de caminos y vías rulares; y el transporte de viajeros. Se crea un entramado, en relación a otras administraciones como son la administración autonómica y central difícil de conjugar. Estas dificultades sirven de excusa para no intervenir en esta materia de la movilidad.
Otra cuestión es que tenemos la sensación de que la administración local no sigue sus propios planes. Estamos llenos de estudios, planes, proyectos, etc. que sobre el papel parecen válidos pero no se llevan a término. Como mucho van realizando algunas actuaciones que salpican la ciudad pero no se ve un hilo conductor razonable, por lo que nos deja desconcertados.
Dado que el objetivo no es solo mejorar las infraestructuras y los servicios de los modos de transporte sostenible, sino sobre todo cambiar los patrones culturales de desplazamiento y la mentalidad con las que la ciudadanía establece sus hábitos de desplazamiento, la participación ciudadana se convierte en su herramienta imprescindible de la planificación de la movilidad. Nos falla esa participación, en un pueblo donde la ciudadanía se ha dado a este objetivo de participar en la movilidad desde hace muchos años; pero vemos cómo las cuestiones de movilidad por parte de los diferentes Gobiernos Locales se han quedado, en el mejor de los casos, en la mejora del entorno físico, mejoras de infraestructura o mejora de los modos de transporte sostenibles. Realmente donde más debería haberse hecho hincapié es en cambiar los patrones culturales de desplazamientos, en cambiar la mentalidad de la ciudadanía. Pero también en cambiar la mentalidad de técnicos y políticos que juegan un papel relevante en enfocar las reformas necesarias. Esta transformación va ligada a la palabra sostenibilidad que implica participación para realizar ese cambio cultural necesario.
Participación que debe ir más allá de dar información pública sobre los proyectos o sobre los planes de la administración, sin participación no hay sostenibilidad posible.
Qué y cómo ha de cambiar el Gobierno Local para realizar el cambio efectivo de la movilidad en el pueblo es de lo que queremos tratar.
26/08/2020
La participación social es condición intrinseca de la sostenibilidad
Hace ya más de trece años que la Unión Europea acuñó el término “nueva cultura de la movilidad” para denominar a aquellas políticas de movilidad urbana. Entonces, como ahora, se incide en resaltar aquellos aspectos culturales y de mentalidad asociados a las propuestas para alcanzar una movilidad sostenible.
Entonces se trataba de cambiar la mentalidad de la ciudadanía estableciendo hábitos en los desplazamientos para resolver los problemas de movilidad urbana. Un cambio de cultura que tenía que penetrar en sectores políticos que realizan un papel relevante en el diagnóstico y en las propuestas de las reformas necesarias.
Sostenibilidad incluye vincular la participación de la ciudadanía a los procesos de tomar opinión, de enraizar y difundir los problemas y las soluciones. Por esto es imprescindible que en los procesos de movilidad sostenible participe la sociedad. Participación que debe ir más allá de la “participación fofa” que se ofrece a la ciudadanía, basada en dar información pública de los proyectos, los planes y las decisiones que han tomado y de guardar en el cajón del olvido las propuestas que se les hacen.
Un reto más: será obligatorio que los municipios de más de 50.000 y los territorios insulares establezcan zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023. Es preocupante el silencio que mantiene el Ayuntamiento en relación a cómo tiene pensado minimizar la demanda de transporte, el medio ambiente y la salud humana. Preocupa si piensa trabajar en cooperación con las comunidades locales.
Necesitamos una ciudad accesible para todos, ciudad para los peatones, los ciclistas y el transporte público. Ciudad como red de barrios urbanos. Tenemos proyectos olvidados como el corredor verde Sagunto-Puerto para favorecer la vertebración entre ambos núcleos mediante el desarrollo de un nexo verde, aumentando la superficie de zona verde municipal, ofreciendo un espacio semiurbano donde desarrollar actividades de ocio y recreo, ofrecer una alternativa de transporte segura entre ambos núcleos mediante la dotación de un carril-bici entre ellos. Tenemos una “casi conexión” desde la playa, por el vial internúcleos junto con la continuidad por el borde del río que llega hasta la antigua panificadora. La segunda posibilidad sigue el trazado del curso del río construyendo un bosque de ribera como corredor biológico. Tenemos pendiente la recuperación efectiva de todos los jardines de la gerencia para uso público como espacio de convivencia.
Insistir e instar en la necesidad de diseñar áreas urbanas favorables al desarrollo de sistemas de transporte sostenibles, reducir drásticamente la contaminación urbana, garantizar la movilidad segura, asequible y accesible, tomando decisiones sobre alternativas al coche
El instrumento necesario e imprescindible para promover una cultura democrática y plural es la incorporación de sus habitantes al proceso de planificación desde su fase más temprana; esta herramienta requiere estar dispuesto a introducir modificaciones en las estrategias previstas en función de dicha participación, condición difícil de ver en los gobiernos de este municipio.