26/08/2020

La participación social es condición intrinseca de la sostenibilidad

 


Hace ya más de trece años que la Unión Europea acuñó el término “nueva cultura de la movilidad” para denominar a aquellas políticas de movilidad urbana. Entonces, como ahora, se incide en resaltar aquellos aspectos culturales y de mentalidad asociados a las propuestas  para alcanzar una movilidad sostenible.

Entonces se trataba de cambiar la mentalidad de la ciudadanía estableciendo hábitos en los desplazamientos para resolver los problemas de movilidad urbana. Un cambio de cultura que tenía que penetrar en sectores políticos que realizan un papel relevante en el diagnóstico y en las propuestas de las reformas necesarias.

Sostenibilidad incluye vincular la participación de la ciudadanía a los procesos de tomar opinión, de enraizar y difundir los problemas y las soluciones. Por esto es imprescindible que en los procesos de movilidad sostenible participe la sociedad. Participación que debe ir más allá de la “participación fofa” que se ofrece a la ciudadanía, basada en dar información pública de los proyectos, los planes y las decisiones que han tomado y de guardar en el cajón del olvido las propuestas que se les hacen. 

Un reto más: será obligatorio que los municipios de más de 50.000 y los territorios insulares establezcan zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023. Es preocupante el silencio que mantiene el Ayuntamiento en relación a cómo tiene pensado minimizar la demanda de transporte, el medio ambiente y la salud humana. Preocupa si piensa trabajar en cooperación con las comunidades locales.

Necesitamos una ciudad accesible para todos, ciudad para los peatones, los ciclistas y el transporte público. Ciudad como red de barrios urbanos. Tenemos proyectos olvidados como el corredor verde Sagunto-Puerto para favorecer la vertebración entre ambos núcleos mediante el desarrollo de un nexo verde, aumentando la superficie de zona verde municipal, ofreciendo un espacio semiurbano donde desarrollar actividades de ocio y recreo, ofrecer una alternativa de transporte segura entre ambos núcleos mediante la dotación de un carril-bici entre ellos. Tenemos una “casi conexión” desde la playa, por el vial internúcleos junto con la continuidad por el borde del río que llega hasta la antigua panificadora.  La segunda posibilidad sigue el trazado del curso del río construyendo un bosque de ribera como corredor biológico. Tenemos pendiente la recuperación efectiva de todos los jardines de la gerencia para uso público como espacio de convivencia.

Insistir e instar en la necesidad de diseñar áreas urbanas favorables al desarrollo de sistemas de transporte sostenibles, reducir drásticamente la contaminación urbana, garantizar la movilidad segura, asequible y accesible, tomando decisiones sobre alternativas al coche

El instrumento necesario e imprescindible para promover una cultura democrática y plural es la incorporación de sus habitantes al proceso de planificación desde su fase más temprana; esta herramienta requiere estar dispuesto a introducir modificaciones en las estrategias previstas en función de dicha participación, condición difícil de ver en los gobiernos de este municipio.