Pensaba, en junio pasado, que en un tiempo no muy
lejano, desde el Ayuntamiento de Sagunto, se apostaría por una importante
política de peatonalizaciones o zonas 30 en los barrios, después
de que pareciera que se combatiría la
contaminación y el ruido en pos de una movilidad más sostenible.
Existen
colectivos que reniegan de las peatonalizaciones aduciendo motivos de lo más
diversos, aunque la mayoría de ellos tan endebles como el que al peatonalizar
se reducen las ventas porque la gente no puede aparcar. “La carrera por la velocidad es un desorden mental” diría Ivan Illich,
pues hace vivir la vida corriendo para poder consumir, y se consume para poder
correr, porque para ganar lo necesario para consumir hay que correr y para
encontrarle sentido a la velocidad y a la carrera, la cultura del vértigo exige
consumir…
Aporto mi opinión en relación al tema:
1.
Se gana en calidad de vida
Los vecinos de la zona pasan de tener aceras estrechas y
altos niveles de contaminación, tanto acústica como atmosférica, a tener una calle
en calma por la que poder pasear sin empujones y apretones.
2. Mejora la trama urbana
Está demostrado que con cada peatonalización la trama urbana
se mejora. La calle se convierte en más permeable al poder cruzar por cualquier
parte sin pensar en que va a venir un vehículo a motor y el peatón gana el
espacio anteriormente ocupado por estos.
Es típico que en las peatonalizaciones se instalen bancos y
ornamentos florales o en su defecto árboles, lo que convierte a la calle en una
zona estancial, en un remanso de paz, en contraposición con los problemas de tráfico
que presentan las calles sin peatonalizar.
3. La peatonalización convierte a la zona en
un punto de atracción
La peatonalización llama a la gente y la gente llama al
negocio. La explicación de esto es muy sencilla: para el peatón es mucho más
cómodo pasear en una calle peatonal que por una calle rodeado de coches mal
aparcados o que pasan a toda velocidad y gente que va de acá para allá en una
acera estrecha. En síntesis, la zona se convierte en un punto de encuentro y
las empresas lo detectan, estableciendo franquicias en la zona.
4. Se gana en dinamismo comercial
Como decíamos en el punto anterior, la peatonalización
convierte a la zona en un punto de atracción y las empresas tienden a
instalarse en la zona a fin de captar clientes, lo que genera dinamismo
comercial. Este sencillo razonamiento durante muchos años ha sido de difícil
comprensión por los vendedores de la zona a peatonalizar, en Sagunto y en
cualquier ciudad de España, pero de un tiempo a esta parte se han sumado al
carro de las peatonalizaciones y es algo que celebramos.
5.
Se reducen los niveles de contaminación
Es una perogrullada, pero como realidad que es no debemos
obviarla. Al eliminar los vehículos a motor la cantidad de partículas en el
aire se reduce y por tanto el riego de padecer enfermedades directamente
relacionadas con la contaminación, como el asma, baja. También al desaparecer
esta clase de vehículos desaparecen sus ruidos, con lo que el vecino gana en
descanso al poder dormir sin tener un molesto vehículo a motor junto a la
ventana.
6. Andar es el modo de transporte más
utilizado.
El número total de
desplazamientos que se realizan en España, el peatón es el modo mayoritario de
transporte, pues de cada cien viajes realizados en día laborable alrededor de
60 se hacen a pie, 29 en automóvil y otros 11 en transporte colectivo y otros
medios de transporte minoritarios.
7. Reducir la accidentalidad, el riesgo y el
peligro de la movilidad.