05/09/2018

Los caminos a los colegios deben ser zonas seguras.




El colegio es el espacio en el que se concentran padres, niños y vehículos en determinados momentos, por lo que debe contar con una señalización clara que delimite las áreas y evite riesgos. Es evidente que lo ideal sería que los niños pudieran ir y venir del colegio con seguridad, pero hoy por hoy la ciudad no da esas prestaciones, al menos desde la perspectiva del padre o la madre.

El colegio debería de contar con accesos adecuados prioritariamente para el transporte mayoritario, el peatón. Pero la realidad nos engulle en un montón de vehículos asaltando los accesos a los colegios con los vehículos de los padres y madres lanzando como paracaidistas a los pequeños peatones entre el maremagnum de coches aparcados en la puerta de la escuela.

En esta ciudad, casualmente, la mayoría de colegios e institutos se han situado en las avenidas y por lo tanto en un sitio muy vistoso, muy ruidoso, con vehículos aparcados a ambos lados de los pasos de cebra que imposibilitan ver con prontitud al pequeño estudiante, en otras ocasiones situamos un punto limpio con tres o más contenedores a la izquierda del paso de cebra y dificultan la visión. La entrada de los colegios en las avenidas son lugares en donde las velocidades de los vehículos a motor son muy peligrosas para las personas en general y para los pequeños en particular, a esto hay que añadir los larguísimos pasos de cebra para cruzar avenidas. En estas condiciones la presencia de policía local para regular el tráfico y hacer respetar las zonas de aparcamiento y los pasos de peatones es fundamental, porque no hay nada más, no hay refugio para los peatones.

Uno de los grandes problemas en los accesos escolares es el aparcamiento temporal de vehículos que llegan a ocupar dos o tres filas, según los casos. Esto estrangula el paso por la avenida, aumentando los nerviosismos de conductores que abren la puerta y entonces el niño sortea los vehículos mal estacionados hasta llegar a la acera. Además por su tamaño se incrementa el peligro de que sufran un incidente con un vehículo cuando este está maniobrando y puede no percatarse de su presencia.

Para evitar problemas de seguridad de los niños, en el colegio se debe establecer medidas que restrinjan el aparcamiento en general y en el espacio destinado a la parada del autobús escolar y en las zonas de cruce de peatones en particular. Se debe priorizar los transportes colectivos a los particulares.

Otro problema derivado de un mal estacionamiento del vehículo es el que afecta a la correcta ubicación de los pequeños en el coche en el momento de recogerlos a la salida del cole. Las prisas por quitar el vehículo mal aparcado, o incluso el hecho de no poder salir del vehículo por molestar, impiden asegurar de la correcta colocación del niño en su silla. Un estudio del RACE refleja que incluso es el propio niño el que muchas veces se sube al coche y se sienta solo en la silla ¡con la mochila puesta! Como regla general, se deben llevar a los niños con tiempo suficiente, y nunca esperar o dejar a los niños al otro lado de la calzada del colegio (lo que obligaría al niño a cruzar).
Si pretendemos que los niños realicen el desplazamiento a pie, es importante conocer el recorrido, evaluar los riesgos, y estimar los tiempos, para ir tranquilamente y sin prisas. Si se debe cruzar, se debe hacer por los pasos para peatones, respetando los semáforos (los adultos somos el mejor ejemplo para los pequeños) y recordando la técnica de mirar antes de cruzar: primero a la izquierda, luego a la derecha y de nuevo a la izquierda, asegurándonos que no viene ningún coche. Caminar siempre por la acera, y si no hay acera, caminar a lo largo del borde de la carretera utilizando, si es posible, elementos que nos hagan ser visibles a distancia.

En mi opinión, eliminar aparcamientos en zonas escolares, ampliar aceras, reducir anchos de vías, convertir las zonas de paso de los peatones-escolares en zonas agradables y seguras, organizar el mobiliario urbano o los puntos limpios en pro de la seguridad de los pequeños o bajar los niveles de ruidos en calles y avenidas a niveles tolerables son cuestiones que deberían ser el estándar básico de la seguridad para escolares.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sagunto, el pasado año esolar ha trabajado un programa de caminos seguros a la escuela para promover que los niños y las niñas puedan circular solos, seguros. Hacer una ciudad más segura para todos está muy relacionado con el urbanismo y la movilidad. Habra que esperar a la evaluación de este trabajo en cuanto a su utilidad real. Frente al problema del tráfico a la salida de la escuela se necesitan medidas por parte de los Ayuntamiento y concienciación por parte de los padres. Lo que está del todo claro es que los niños siempre disfrutarán más de la aventura de ir libres a la escuela. Espero que no se quede ahí la cosa y prospere, para que apoyandose en el Plan de Movilidad Municipal de Sagunto y el Plan Acustico Municipal de Sagunto se tomen medidas drásticas en beneficio de todos.

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