06/12/2016

Volem una plaça digna en la Malva-Rosa

Muy chulo el video.

Les pasa como algunos pueblos que conozco que se gastan mas de un millon de euros en arreglar las calles para que las ruedas de los coches no sufran y 50.OOO euros en accesibilidad. Increible pero cierto, la insensibilidad de los políticos es impresionante.



22/11/2016

La movilidad sostenible es también una cuestión de género

Decir a estas alturas que la mujer contamina menos que el hombre no es ninguna novedad. La mayoría de las encuestas establecen que el perfil de usuario de transporte público es femenino y, tanto los datos del INE como los censos de conductores de la DGT demuestran que hay muchos más varones que mujeres al volante. La pregunta es, ¿son más ecológicas las mujeres porque quieren o porque no les ha quedado más remedio?


No han cambiado tanto las cosas desde los tiempos de sor Citroën. En 1967 se estrenaba la película que marcaría a una generación entera y que mostraba como algo insólito, singular, inédito el hecho de que una monja se atreviera a conducir un utilitario. Algunos creerán que España ha cambiado mucho desde entonces y que, ahora, la incorporación de la mujer al mundo de las cuatro ruedas es total. Pero no se equivoquen. Las estadísticas afirman lo contrario.
 
Tanto los datos del INE como los censos de conductores de la DGT demuestran que hay muchos más varones que mujeres al volante. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el 57% de las personas que cada año obtienen un carnet de conducir son hombres, mientras que el 43% restante lo representan las mujeres. En Cataluña, la situación no difiere y, en el resto de comunidades autónomas, los datos tampoco varían (60%-40% en Castilla y León, 59%-41% en Andalucía, etc).
 
El menor acceso de las mujeres al vehículo privado tiene diversas lecturas o consecuencias: Una de ellas, en clave ambiental, es que la mujer es más sostenible y contamina menos. A falta de coche, usa más el transporte público y hace más desplazamientos a pie. Es lo que ahora se llama smart mobility. "Las mujeres son todavía mucho más dadas a desplazarse a pie o en transporte público, y a utilizar menos el coche", afirma Cristina Contreras, educadora ambiental y militante de Ecologistas en Acción. "Incluso cuando cogen el coche, las mujeres son más sostenibles, porque tienden a aprovechar un mismo trayecto para realizar diferentes tareas", argumenta.
 
Una segunda lectura, en clave social, atiende a una cuestión de discriminación sexista: "El uso del vehículo privado se ha masculinizado”, afirma Manel Ferri, técnico de la Diputación de Barcelona, experto en movilidad y ponente en la sesión técnica Hacia un mix de movilidad. Reducción del vehículo privado de Conama 2016 en la que analizará los costes ambientales, económicos y sociales de la movilidad en nuestras ciudades. "Es importante considerar un factor cultural que hace que un hombre mayor de 40 años que no tenga vehículo privado no cuente con cierto estatus social”, defiende Ferri.
 
“Esto nos da una idea de la diferencia en los roles sociales”, continúa el experto.  “Tradicionalmente", prosigue "las mujeres se han encargado de las tareas relacionadas con el cuidado, como hacer la compra, llevar y recoger a los niños del colegio o atender a familiares dependientes, que requieren unos tipos de desplazamiento más de cercanía y, por tanto, podrán hacerse en trayectos más cortos y menos frecuentes".
 
Diferentes estudios también sugieren que las diferencias entre la movilidad masculina y la femenina son el reflejo de una sociedad patriarcal que ha repartido las tareas domésticas en función del sexo y ha organizado el espacio urbano principalmente atendiendo a las necesidades de los hombres.
 
Como consecuencia de una tendencia cada vez mayor de segregar el territorio y de diseñar las infraestructuras en función del vehículo privado, se ha intensificado la brecha laboral entre hombres y mujeres, pues éstas tienen un menor acceso al coche particular y, por tanto, menor acceso al trabajo.
 
Según explica Ferri, muchas de las fábricas o centros de trabajo se encuentran en polígonos industriales y otras zonas alejadas de los pueblos, a las que sólo se puede llegar en coche. En estos municipios, han emergido multitud de peluquerías y tiendas "de barrio", porque las mujeres no han podido acceder a los puestos de trabajo en las fábricas y se han visto relegadas a modelos de negocio concentrados en el ámbito local. En este sentido, la carencia de carnet de conducir y de vehículo han limitado las oportunidades laborales de las mujeres y han reducido su espectro a sectores muy concretos.
 
Por tanto, favorecer el uso del coche privado repercute negativamente sobre el medio ambiente y, además, entorpece la igualdad de género. Así concluye Cristina Contreras su estudio Movilidad y género: la expresión de los valores patriarcales en la construcción de la ciudad, en el que sostiene que "una movilidad sostenible debe considerarse desde la ecología para frenar y evitar la degradación ambiental que estamos causando, y también desde la perspectiva de género para permitir igualdad de oportunidades en el uso del espacio público. Además, lo uno sin lo otro está incompleto, es inútil y no supone un cambio real".


FUENTE: CONAMA 2016

15/10/2016

No es que falte espacio para aparcar, es que sobran coches.

No tengo cuantificado cuántos metros cuadrados de espacio destinado al estacionamiento de vehículos tiene Sagunto, pero si que me parece un problema de abuso que este espacio lo pagamos como ciudadanos o como comercio a precio de oro. Sin embargo, este mismo espacio se regala al conductor sin coste alguno, a excepción de las escasas zonas azules. El espacio utilizado al aparcamiento de coches se detrae de las otras funciones que tienen los lugares públicos, como el que sirva de lugar de socialización de los ciudadanos, al transporte peatonal, ciclista o autobús. Hay que tener en cuenta que, el impuesto municipal de vehículos de tracción mecánica no es el impuesto de circulación y que el impuesto de circulación es el 7% del valor del coche descontando el IVA que lo pagas antes de adquirirlo y es un impuesto para circular, no para estacionar.


Si hay algo que me llame mucho la atención con esta cuestión, es la absoluta normalidad con la que se asocia la compra de un coche con la automática disponibilidad de un espacio gratuito en la calle de residencia, en cada uno de los lugares de servicios a los ciudadanos donde el propietario del nuevo coche necesite asistir, en los espacios de ocio, en las zonas verdes, etc., esta circunstancia hace que la ocupación de los coches se vuelva cada vez más densa hasta hacer imposible disponer de espacio para todos los que se suman al parque automovilístico. Por otra parte colocar una mesa con sillas en la zona de aparcamiento no es gratis, ni colocar un balde para recoger enseres, cualquier cosa que colocaremos en la zona de aparcamiento de coches se debería solicitar el permiso de ocupación de espacio público


En la Ordenanza municipal reguladora de instalaciones desmontables mesas y sillas, se dice “...La ocupación del dominio público cualquiera de los supuestos regulados en esta Ordenanza requerirá la obtención de previa autorización municipal a requerimiento de los interesados, mediante escrito presentado en los términos y medios legalmente admitidos, acompañado de los documentos que en cada caso se determinen en los artículos que conforman esta ordenanza…”  ¿Por qué esta diferencia? ¿No sería razonable que los coches paguen por aparcar como lo hacen los bares por poner sus mesas en esa zona?


Creo que va llegando el momento en el que se debería cuantificar los problemas que genera el coche en la ciudad y la ocupación de espacio público es uno de los mayores. Es posible que en Sagunto no es que falte espacio para aparcar, sobre todo en algunas zonas concretas como el casco viejo, es que sobran coches.

Dejando de lado los aparcamientos regulados, una manera de potenciar los transportes más sostenibles sería valorar que el aparcamiento en la vía pública fuera de pago, a precios asequibles, para los conductores de transportes motorizados.


14/10/2016

Semaforo curioso. Traffic Light Smart Concept. Seoul Design Contest 2010.

Un semáforo del chileno Roberto Vackflores, de CRAB Diseño Industria, que se puede emplear para algo más que transformar la circulación en una prueba contrarreloj, tal y como se puede ver en este vídeo.








08/10/2016

Supermanzanas




Supermanzanas, superislas o superblocks en ingles, todo los nombres llevan al mismo objetivo: llevar a la ciudad pensada para un entorno en el que el automóvil es amo y señor de las calles a un entorno en el que el transeúnte es lo más importante. La idea es muy simple y ha sido expresada por diferentes autores. Se trata de configurar el tráfico de manera que en el interior de una zona elegida de manzanas de casas que incluyen calles y plazas se limite la velocidad máxima de los vehículos. En el interior de estas manzanas, en las calles y plazas, se propone que puedan ser disfrutadas por los peatones; en estas zonas se permiten terrazas, parques, cafeterías, campos de juego o cualquier otra aplicación que los vecinos decidan. Así se cambia la tendencia del espacio destinado al paso de vehículos casi en exclusiva a la utilización como zona de intercambio social, por ejemplo.

Ahora demos un paso más. Imaginemos que las calles fuesen para pasear, los cruces de estas para jugar, que los coches no pudieran pasar. Esto se parece mucho al sueño de cualquier peatón.   Esto, que parece utópico en el entorno de Sagunto, es lo que se está llevando a cabo en Barcelona y de lo que The Guardian o The New York Times han tratado en sus páginas, una propuesta urbanística excepcionalmente atrevida que pone a la ciudad española a la vanguardia de la movilidad.

Las ciudades modernas están bajo la tiranía de los coches, las calles y ciudades son diseñadas casi en exclusiva para los coches; los otros: ciclistas, peatones, vecinos, paseantes y cualquier otra forma de vida humana queda relegada a los márgenes de las calles, las aceras. Los peatones han sido expulsados a la periferia, han sido confinados en parques, jardines y eventualmente en alguna plaza adaptada para que los humanos puedan refugiarse del calor. Esto es algo tan habitual que ni nos damos cuenta de este confinamiento; esto es contra lo que va el proyecto barcelonés. Este proyecto tiende a invertir la tendencia y dar la hegemonía al peatón.

El proyecto tiene como objetivos: una movilidad más sostenible utilizando como base la bici y los transportes colectivos, revitalizar los espacios públicos, promover la biodiversidad con más espacios verdes, mejorar la cohesión social, mejora de la cohesión social, promoción de la autosuficiencia en el uso de recursos e integración en los procesos de gobernanza. Todas estas cuestiones que traen de cabeza a los urbanistas puestos en solo proyecto. 

La mayor parte de las personas no tienen coche pero las calles están llenas de automóviles, esto no puede seguir así. Las personas encargadas de la movilidad deben considerar estas cuestiones y adaptar las calles a los peatones. La mayoría del espacio a los automóviles en la ciudad será cambiado a un espacio libre de automóviles o como mínimo tendrá un uso mixto.

Que los espacios públicos vuelvan a ser espacios de intercambio, participación, ocio, etc., es solo cuestión de tiempo porque la carga ideológica está cambiando el deseo de ser una ciudad para el automóvil a ser una ciudad para la comunidad.


01/10/2016

Sagunto ciudad discapacitada: Deficiente accesibilidad al contenedor de basura.




Casi siempre que hablamos de accesibilidad se nos va el pensamiento a esos bordillos sin adecuación para sillas de ruedas u otras cosas, pero pocas veces nos damos cuenta de la deficiente accesibilidad a los servicios urbanos como puede ser la tarea casi diaria de acceder a los contenedores de basura.  

Actualmente, las personas que por razones de la edad tienen sus facultades físicas mermadas intentan “encestar” la bolsa.  Realizan un importante esfuerzo para accionar el pedal. Puede que la tapa no se abra, puede que el pie resbale y les golpee en el tobillo, puede que el retroceso del pedal los desequilibre y terminen con una caída en el suelo con lesiones.  Una buena práctica es tomar prestada una silla de ruedas e intentar abrir un contenedor para depositar la bolsa de basura en el interior.  Los contenedores de basura actuales están preparados para que personas sanas y con cierto “entrenamiento” los abran sostenidamente con el pie; luego, con un movimiento de la mano contraria, se maneje la bolsa de basura y esta sea levantada por encima del borde del contenedor, cayendo en el interior. 

Cuando existen condiciones ergonómicas desfavorables, como personas de talla baja, con dificultades de visión, con capacidad muscular baja o con dificultades por razones derivadas de la edad, es muy difícil cumplir con lo establecido en el artículo 41, de la Ordenanza municipal de la limpieza y recogida de los residuos sólidos urbanos, inertes e industriales, en la que se recoge lo siguiente: …” En los lugares donde los haya, se colocarán dentro de los contenedores…”, se refiere a la bolsa de basura. Según esta ordenanza, se define como contenedor de residuos sólidos urbanos normalizado a un recipiente sobre ruedas destinado a recoger y almacenar residuos sólidos urbanos debidamente alojados en su bolsa y apto especialmente para el vaciado mecánico de estas basuras en vehículos dotados de accesorios especiales. En el año 1986 nadie pensó en el hecho que hubiera personas que no pudieran cumplir esta ordenanza por razones psicofísicas.

El ayuntamiento tiene la pretensión de incrementar el servicio de recogida selectiva de basuras con un nuevo contenedor para la recogida de residuos orgánicos, un contenedor más por punto de recogida y serán cinco.   Ahora, tenemos cuatro tipos de contenedores en la calle para cuatro diferentes materias y ninguno de ellos es accesible.  Vamos a poner el quinto  y es muy probable que tampoco tenga accesibilidad.  Es el tiempo, segunda decena del siglo XXI, en el que ya deberían estar instalados contenedores accesibles en Sagunto y no hay ninguno, que yo sepa.  Pero los que tienen capacidad de decisión siguen sin inmutarse, sin ruborizarse ni un poquito.

Son necesarios contenedores que tengan apertura manual también, con la zona de carga más baja para depositar los residuos, con la tapa más ligera para que se pueda acceder más cómodamente al depósito, adaptados al lenguaje Braille, etc.  con identificación de usuario si es necesario, Estos contenedores podrían ir colocándose a demanda de los usuarios e ir sustituyéndose cada vez que se retire alguno por viejo o porque ha perdido eficacia. 

Esperemos la visita de los representantes políticos y de los vecinos a los centros de personas con diferente sensibilidad y tomen conciencia para incorporar la accesibilidad universal y faciliten la disponibilidad de contenedores de residuos accesibles. 

La igualdad entre vecinos es el derecho a disfrutar de los bienes públicos independientemente de la sensibilidad de cada cual. Si no es así, la vida seguirá siendo maravillosa solo para unos cuantos.




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